La etapa de preparación de la fibra es el proceso fundamental donde se determina la calidad fundamental del panel MDF. Esta etapa dicta la resistencia, estabilidad y acabado superficial del tablero. Comienza con la medición y alimentación precisas de las astillas de madera. Estas astillas se cuecen al vapor en un digestor para ablandar la lignina, haciendo que las fibras sean flexibles para el proceso de refinado posterior. Las fibras refinadas son el corazón del producto; el proceso de refinado debe controlarse meticulosamente para lograr la longitud de fibra y el grado de fibrilación óptimos.
Las fibras largas y bien fibriladas crean una red de entrelazado más fuerte dentro del tablero, contribuyendo directamente a su resistencia de enlace interno (IB) y al módulo de rotura (MOR). Después del refinado, las fibras se secan a un contenido de humedad muy específico en un secador flash. Este es un paso crítico, ya que la humedad inconsistente conduce a ampollas, un curado deficiente de la resina y variaciones de densidad en el panel final. Las fibras secas se mezclan luego con resina, cera y otros aditivos en un sistema de dosificación altamente preciso. El recubrimiento uniforme de cada fibra con resina es esencial para lograr un tablero homogéneo con propiedades consistentes. Cualquier compromiso en la preparación de la fibra se manifestará como defectos en el panel prensado, lo que convierte a esta etapa en la más crítica para el control de calidad.